jueves, 4 de diciembre de 2014

JUEGOS PARA TARTAMUDOS.

¿Te gustan los nuevos retos? ¿Te aburres estudiando solo? APRENDE A TRAVÉS DE ESTE JUEGO. Un nuevo reto te espera
¡Conoce nuevas palabras o recuerda las ya aprendidas!




¿Quieres jugar? Clickea aquí

Nota: A veces tartamudeamos al no conocer la palabra que leemos o al no recordar bien la palabra que queremos decir.

JUEGO PARA DISLEXICOS.



¿Preparados para que los profes sean los animales? Sumérgete en el zoo, aprende  y sobre todo...¡diviértete!



viernes, 28 de noviembre de 2014

Niños con Tartamudez

Se habla de tartamudeo cuando el niño repite las sílabas, los sonidos, las palabras o las frases enteras, o bien cuando titubea para empezar a hablar. Lo más frecuente es que la tartamudez sea un trastorno de tipo emocional o relacional, que se manifiesta en la comunicación verbal y se ve agravado o mejorado según el estado emocional del niño. Cuando se equivoca, el niño intenta controlarse y corregirse, pero cuanto más se controla, peor se expresa, aumentando sus tartamudeos.

Muchos de los problemas de fluidez (entre el 65 y el 85%) desaparecen espontáneamente, sin tratamiento, en los dos años posteriores a su aparición, pero entre el 20 y el 50% de estos problemas iniciales pueden continuar hasta la edad adulta.









Es conveniente no corregirle ni obligarle a hablar bien. Es recomendable ignorar su tartamudeo y seguir hablando con él cuando se le ve hablando con normalidad. Es importante no exigirle lo que está por encima de sus posibilidades.
Cuando se convierte en un problema hay que acudir a un profesional que lo trate. Se puede consultar a un logopeda, le ayudará a pronunciar las letras y las palabras en las que tiene mayor dificultad lo que puede darle confianza para sentir el control de su aparato fonador y le resolverá el problema. Si no te da resultado acude a un psicólogo, dará un tratamiento más global a las complicaciones de ansiedad, y las personales y familiares que se hayan articulado alrededor del tartamudeo.

 En el aula es normal que surjan algunos problemas a la hora de tratar con un niño con tartamudez, por eso a la hora de hacerle una pregunta es aconsejable que se supriman las preguntas innecesarias, hacer preguntas cuyas respuestas sean cortas, tratar que el niño con tartamudez sea el primero en responder, ya que, en caso contrario, la tensión y la preocupación aumentarían mientras esperara su turno, indicar a todos el alumnado de la clase que tendrán tanto tiempo para contestar como necesiten, usar estrategias para obtener la información que queramos de forma indirecta, es decir, dejando al niño/a que tartamudea la decisión de contarnos algo o no. Por ejemplo, en vez de preguntarle directamente: “¿Qué hiciste el fin de semana?”, se le puede decir: “Ayer hizo un día muy bueno, seguro que no te quedaste en casa”.
También podemos evitar problemas a la hora de realizar una tarea de lectura, aunque hay niños/as que tartamudean más cuando leen y otros que son completamente fluidos. Para cada caso hay que utilizar dos tipos de estrategias diferentes: en el caso de que nuestro alumno/a tartamudee más cuando lee en voz alta que cuando se expresa a través del lenguaje oral espontáneo, procuraremos crear situaciones en las que la lectura no se convierta para él en un momento de preocupación y, por tanto, de estrés comunicativo o en el caso de que el alumno/a que tartamudea se exprese de una manera más fluida cuando lee en voz alta, procuraremos favorecer las situaciones de lectura para reforzar esos momentos de fluidez.

¡EL ACTOR DE HARRY POTTER TIENE DISPRAXIA!

Querido niños y niñas, para que los que os gusta Harry Potter y para los que no, no sois los únicos que tenéis problemas al hablar, LOS FAMOSOS TAMBIÉN TIENEN ESTA CLASE DE PROBLEMAS.



Por ejemplo el famoso y admirado actor de Harry Potter, Daniel Radcliffe, que no olvidemos que es uno de los jóvenes más ricos de Gran Bretaña, este desorden mental le dificulta enormemente  hacer algo tan cotidiano como atarse los zapatos, según recientemente ha informado el periódico inglés Daily Mail. 

¡OJO PAPIS!: Sus padres notaron el desorden en la escuela, en la que Daniel fallaba en algunos ejercicios. (Como os recuerdo en cada entrada hay que observar al niño, sé que resulta cansino pero es muy importante como ya os dais cuenta.)

Si el ha sido capaz de vivir con ello y mejorar día a día, tanto como para llevar a cabo su mayor sueño, el ser actor, querido pequeño tú también puedes. Porque como dice mi mamá: La constancia es la clave del éxito.

Niños con Dispraxia.



Se trata de una alteración psicomotriz en los niños que da lugar a torpeza, lentitud y dificultad para realizar movimientos coordinados aparentemente sencillos que requieren la coordinación de varios grupos musculares, como por ejemplo escribir, peinarse, atarse los zapatos, jugar al balón o montar en bicicleta cuyos síntomas pueden comenzar a ser visibles desde el año de edad, pero se hacen más evidentes durante la edad escolar, entre los cinco y los once años. Se estima que pueden sufrirla entre un 2% y un 5% de los niños en esta etapa.
Una de las claves más importantes dentro del tratamiento de la dispraxia es que los padres aprendan diversas técnicas para ponerlas en práctica en casa.

Estas son algunas pautas y consejos para el tratamiento del síndrome del niño torpe:

-Si la dispraxia afecta a la coordinación: realizar ejercicios como tocar un instrumento,  subir y bajar escaleras, hacer manualidades…
-Si la dispraxia afecta al habla: se pueden hacer técnicas de entrenamiento logopédico, tales como movimientos linguales hacia arriba y abajo, movimientos mandibulares o de mejillas…
-Si hay afectación en el área emocional se trabajará en terapias que ayuden a resolver situaciones estresantes y habilidades sociales
-Es importante que los padres refuercen la autoestima de los niños, lo cual ayudará a que valoren sus capacidades y sepan exprimirlas al máximo.

En general el pronóstico de la dispraxia es bueno y únicamente una mínima parte de los casos verán afectada su actividad habitual en la vida adulta.


Niños con Discapacidad auditiva.

Cada vez son más los niños con discapacidad auditiva los que imparten clases con el resto de sus compañeros. La finalidad de la educación es la misma en todos los casos: favorecer el desarrollo personal, emocional, intelectual y lingüístico, la interacción social con los otros, el conocimiento de la sociedad y de las personas y proporcionar las habilidades necesarias para poder incorporarse de la forma más activa y autónoma posible al mundo de las relaciones personales, del trabajo y de la sociedad. Son estas, en resumen, las metas más importantes que persigue todo proyecto educativo, teniendo siempre en cuenta las posibilidades concretas de cada sujeto.




En la gran mayoría de los casos, la integración del niño sordo requiere la presencia de un maestro especialista de la educación del niño sordo que colabore con el maestro dentro del aula de integración para favorecer el progreso del niño y su aprendizaje.
Su colaboración puede a su vez adoptar diversas modalidades. En unos casos, el maestro de apoyo necesita y prepara materiales, información, textos..., para que el tutor los utilice en clase con el niño sordo. En otros casos, puede trabajar directamente con el niño sordo, explicándole los temas que se han suscitado, clarificándole interrogantes y presentándole un plan de trabajo más adaptado al nivel del niño sordo. Finalmente puede también realizar su tarea con un grupo de alumnos entre los que está el niño sordo. De esta forma, no sólo explica la información, sino que al mismo tiempo puede impulsar, canalizar y facilitar la comunicación y el intercambio en el trabajo entre alumnos oyentes y el alumno o alumnos sordos. Esta modalidad grupal, incluso cuando se realiza fuera de clase, tiene un enorme valor pedagógico y contribuye a favorecer la integración del niño sordo.



También es necesario concienciar al educador que la pérdida auditiva no impide que el sordo sea una persona que tiene todo un potencial por desarrollar, lo que necesita es el ambiente educativo más adecuado que así se lo permita.

Niños con Dislexia

Para empezar explicaros que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc.; que se hace patente tanto en la lectura como en la escritura.



En los niños pueden detectarse por la falta de atención, debido al esfuerzo intelectual que tienen que realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad. Por esta causa los aprendizajes de lectura y escritura le resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos ningún atractivo que reclame su atención o por el desinterés por el estudio en la falta de atención, unida a un medio familiar y escolar poco estimulantes, hacen que se desinteresen por las tareas escolares. Así, su rendimiento y calificaciones escolares son bajos.
También por la inadaptación personal. El niño disléxico, al no orientarse bien en el espacio y en el tiempo, se encuentra sin puntos de referencia o de apoyo, presentando en consecuencia inseguridad y falta de estabilidad en sus reacciones. Como mecanismo de compensación, tiene una excesiva confianza en sí mismo e incluso vanidad, que le lleva a defender sus opiniones a ultranza.

El plan de recuperación en edad escolar está centrado en el área del lenguaje y en la inmadurez perceptiva y manual. Las actividades abarcan los siguientes aspectos:
- Ejercicios de actividad mental: de atención y memoria, organizar y ordenar elementos, observar y distinguir unos objetos de otros.
- Ejercicios perceptivos y manuales: reconocer y agrupar objetos según el color, según el tamaño y la forma.
- Ejercicios para la adquisición del conocimiento de su propio cuerpo.
- Ejercicios de equilibrio estático: mantenerse sobre un pie, mantenerse de puntillas, etc.
- Ejercicios de ejercicio dinámico: saltar sobre dos pies, saltar con un pie, etc
- Ejercicios espaciales(abajo-arriba, delante-detrás, etc.)
- Ejercicios de lenguaje: nombrar y definir objetos, dibujos, contar cuentos.
- Ejercicios para conocer su propio cuerpo:señalar partes del cuerpo, decirlas por su nombre, etc.
- Ejercicios de lectura y escritura, son ejercicios que ayudan a seguir el movimiento y reconocimiento de las letras, en este nivel se ejercita el aprendizaje de las vocales, consonantes y de los números. Para conseguirlo, además de los ejercicios de caligrafía, se utilizan las actividades con plastilina, pintura de dedos, recortado de figuras, picado, etc.



Todos estos ejercicios de rehabilitación del disléxico deben aumentar su complejidad en función de la edad cronológica del niño, y estimular y adquirir aquellos aprendizajes en donde se haya quedado estancado.